Cuidado del cabello afro, rituales de mantenimiento

Tratamientos adaptados a cada textura de cabello

Según la naturaleza del cabello, el cuidado del cabello afro será diferente: no se aplican los mismos productos en cabellos finos o gruesos, cabellos relajados o naturales .

En cabellos naturales rizados o encrespados , es necesario privilegiar productos con texturas ligeras pero suficientemente hidratantes y que respeten el rizo de tu cabello.

¿Qué rutina para qué tipo de cabello?

Cabello encrespado a rizado

La rutina adecuada para este tipo de rizo incluye productos específicos para texturizar el rizo durante el cuidado.

Una vez a la semana un champú suave seguido de un acondicionador. Diariamente o cada 2 o 3 días para el cabello rizado más fino, una leche activadora de rizos con un suero para sellar la humedad y proteger las puntas para evitar las puntas abiertas.

Los tratamientos a base de queratina permiten, a modo de cura, fortalecer el cabello sin apelmazar, devolverle el brillo y evitar su rotura.

Un artículo interesante sobre la escala Walker en el sitio web moncoiffeurafro.fr

Cabello rizado a encrespado

En esta categoría de ondulaciones, el cabello se deshidrata más rápidamente y sufre el efecto de encogimiento (encogimiento del cabello encrespado en contacto con el agua, por el contrario en ciertos cabellos rizados es la evaporación del agua durante el secado lo que encoge el cabello).

No te asustes, este encogimiento es beneficioso porque muestra la buena salud de tu cabello, un rizo bien definido, el cabello mantiene su elasticidad, es reactivo.

Para este tipo de cabello, es importante privilegiar productos que lo relajen. El champú debe preservar el rizo y relajarlo para evitar que el cabello se compacte y se vuelva muy difícil de desenredar.

Se recomienda realizar baños de aceite para dejar actuar toda la noche, el día antes del champú para que el cabello se regenere durante el sueño.

Sigue tu champú con una mascarilla o un acondicionador desenredante hidratante para que puedas desenredar fácilmente primero con el dedo y luego con un peine de dientes anchos o un cepillo adecuado, comenzando por las puntas y subiendo hacia la raíz para evitar la rotura del cabello .